El
instinto de conservación o necesidad de vivir tiene por objeto, el
perfeccionamiento de cada uno de los seres vivientes, pues solo por las
numerosas y diferentes experiencias de vidas sucesivas, podemos progresar a
nivel espiritual, para encontrar la verdadera felicidad.
El
más grande
medio de conservación que Dios nos dio es NUESTRO PLANETA, y todo lo que en el
existe, creación maravillosa que nos proporciona todos los recursos que
necesitamos para nuestra sobrevivencia durante la vida material.
Los
medios de conservación sirven para asegurar y garantizar nuestra existencia en
la tierra.
La destrucción desde
su finalidad divina es una transformación, renovación. Tiene
fines providenciales como el equilibrio en las especies, en la reproducción. Mantenimiento
de los cuerpos orgánicos. Y
para controlar la destrucción coloca medios de preservación y conservación para
que la destrucción no llegue antes de tiempo.
La
raza humana por su falta de
comprensión debido
a su ignorancia, su orgullo y
egoísmo han hecho de esta ley algo
peligroso y nada beneficioso.
Olvidándonos
de: AMAR AL PRÓJIMO
COMO
A NOSOTROS MISMOS…