Aprendisteis que fue dicho: Amaréis a vuestro prójimo y odiaréis a vuestros enemigos. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odian y orad por los que os persiguen y calumnian, para que seáis hijos de nuestro Padre que está en los cielos, que hace salir el Sol sobre los buenos y sobre los malos, y hace llover sobre los justos y los injustos; porque si amáis sólo a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis tan sólo a vuestros hermanos, ¿hacéis más que los otros? ¿No lo hacen así los publicanos? Yo os digo que si vuestra justicia no fuere más abundante que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. (San Mateo, cap. V, v. 20 y del 43 al 47).
No hay comentarios:
Publicar un comentario