(Después
de la transfiguración). Sus discípulos le preguntaban, diciéndole: ¿Por qué,
pues, los escribas dicen que es preciso que Elías venga antes? Mas Jesús les
respondió: Es verdad que Elías debe venir y restablecer todas las cosas; mas yo
les declaro que Elías ya vino, y no le conocieron, mas lo trataron como
quisieron. Así ellos harán sufrir al Hijo del Hombre. Entonces sus discípulos
comprendieron que era de Juan el Bautista que les había hablado. (Mateo, cap.
XVII, v. de 10 a 13; Marcos, cap. IX, v. 11, 12, y 13).
En
efecto, la resurrección supone el regreso a la vida del cuerpo que murió, lo
que la Ciencia demuestra ser materialmente imposible, sobre todo cuando los
elementos de ese cuerpo están, desde hace mucho, dispersos y absortos.
La
reencarnación es el retorno del alma o Espíritu, a la vida corporal, pero en
otro cuerpo nuevamente formado para ella, y que nada tiene de común con el
antiguo.