Dirección:

Dirección: Cra. 4 bis # 14-49, Santa Rita. (Chinchiná - Caldas - Colombia), Celulares: 3207362447 - 3222490374

domingo, 29 de julio de 2012

MORAL EXTRAÑA



Una gran multitud del pueblo iba caminando con Jesús, y volviéndose les dijo: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre y a su madre, su mujer y sus hijos, sus hermanos y sus hermanas, y aun su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y todo aquel que no cargue su cruz y venga en pos de mí, no puede ser mi discípulo. Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncie a todo lo que tiene, no puede ser mi discípulo. (San Lucas, cap. XIV, v. 25, 26, 27, 33).

Ciertas palabras contrastan en la boca de Jesús, que instintivamente se rechaza su sentido literal. Pero para poder comprender estas palabras hay que tener en cuenta lo siguiente:  
Escritas después de su muerte es lícito creer que el fondo de su pensamiento no fue bien expresado.
Su sentido primitivo haya sufrido alguna alteración pasando de uno a otro idioma.
El idioma hebreo no era rico y muchas palabras tenían diferentes significaciones.
Tomar en cuenta las costumbres y el carácter de los pueblos: Algunas palabras cambian su sentido según la comunidad donde se pronuncien.



miércoles, 18 de julio de 2012

FALSOS CRISTOS Y FALSOS PROFETAS

El árbol que produce frutos malos, no es bueno, y el árbol que produce frutos buenos no es malo; porque cada árbol se conoce por sus frutos. No se cogen higos del espino, y no se vendimian uvas de las zarzas. El hombre de bien saca las cosas buenas del buen tesoro de su corazón, y el malo saca las malas del mal tesoro de su corazón, porque la boca habla de lo que está lleno el corazón. (San Lucas, cap. VI, v. 43, 44 y 45). Guardaos de los falsos profetas que vienen a vosotros cubiertos de pieles de ovejas y que por dentro son lobos rapaces.
Por sus frutos los reconoceréis. ¿Se pueden coger uvas de los espinares o higos de las zarzas? Así todo árbol que es bueno produce frutos buenos y todo árbol que es malo produce frutos malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos y un árbol malo no puede producir frutos buenos. Todo árbol que no produce frutos buenos será cortado y echado al fuego. Los conoceréis, pues, por sus frutos. (San Mateo, cap. VII, v. de 15 a 20).
Guardaos de que alguno os engañe; porque vendrán muchos en mi nombre y dirán: “Yo soy el Cristo”, y a muchos seducirán.
Se levantarán muchos falsos profetas que seducirán a muchas personas; y porque la iniquidad será abundante, la caridad de muchos se resfriará. Más será salvo el que persevere hasta el fin.
Entonces, si alguno os dijere: El Cristo está aquí, o está allí, no lo creáis; porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas que harán grandes prodigios y cosas sorprendentes, hasta seducir, si fuere posible, a los mismos escogidos. (San Mateo, cap. XXIV, v. 4, 5, 11, 12, 13, 23, 24. San Marcos, cap. XIII, v. 5, 6, 21, 22).

     

domingo, 8 de julio de 2012

LOS OBREROS DE LA ÚLTIMA HORA

El reino de los cielos es semejante a un padre de familia que salió muy de mañana a ajustar obreros para trabajar en su viña; habiendo concertado con los trabajadores que ellos tendrían una moneda por su jornada, los envió a la viña. Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio a otros que estaban en la plaza ociosos, y les dijo: Id también vosotros para mi viña y os daré lo que fuere razonable; y ellos para allá se fueron. Salió, aún, en la sexta y en la novena hora del día, e hizo lo mismo. Y saliendo en la décima primera hora halló otros que estaban sin hacer nada y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día sin trabajar? Es – dijeron – porque ninguno nos ajustó. Y les dijo: Id también vosotros a mi viña.
Cuando llegó la tarde, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y págales comenzando desde los últimos hasta los primeros. Aquellos, pues, que habían venido sólo cuando estaba cerca la décima primera hora, recibieron cada uno una moneda. Los que fueron ajustados primero, llegando su vez, creyeron que se les daría más, pero no recibieron sino una moneda cada uno; y recibiéndola murmuraban contra el padre de familia diciendo: Éstos últimos sólo trabajaron una hora y los has hecho iguales a nosotros, que cargamos el peso del día y del calor.
Más, en respuesta, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hice injusticia; ¿no concertaste conmigo una moneda por tu jornada? Toma lo que te pertenece y vete; pues quiero dar a este último tanto como a ti. ¿Acaso no me es lícito hacer lo que quiero con lo mío?
Así, los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos, porque muchos son llamados, más pocos escogidos. (San Mateo, cap. XX, v. de 1 a 16).


lunes, 2 de julio de 2012

LA FE TRANSPORTA MONTAÑAS

Cuando vino hasta el pueblo, un hombre se acercó a Él, se arrodilló a sus pies y le dijo: Señor ten piedad de mi hijo, que está lunático y sufre mucho, porque cae a menudo en el fuego y a menudo en el agua. Yo lo presenté a tus discípulos, pero no pudieron curarlo. Y Jesús respondió diciendo: ¡Oh raza incrédula y depravada! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os sufriré? Traedme a ese niño. Y Jesús, habiendo amenazado al demonio, él salió del niño, que fue curado en el mismo instante. Entonces los discípulos vinieron a Jesús aparte y le dijeron: ¿Por qué no pudimos expulsar ese demonio? Jesús les respondió: Fue por causa de vuestra incredulidad. Porque en verdad os digo: si tuviereis fe como un grano de mostaza diríais a esa montaña: Transpórtate de aquí para allá y ella se transportaría, y nada os sería imposible. (San Mateo, cap. XVII, v. de 14 a 19).


Seguidores